MEDELLÍN EN LA EDAD MODERNA.
MEDELLÍN PASA A LA MODERNIDAD
La Villa de Medellín entra en la Modernidad de la mano del I Conde de Medellín, D. Rodrigo Portocarrero y de su varonil esposa, doña Beatriz Pacheco , hija bastarda del D. Juan Pacheco, marqués de Villena.
A la muerte del Primer Conde de Medellín, don Rodrigo Portocarrero, su aguerrida y belicosa viuda, siguiendo la línea marcada antes de morir por su padre, se pone al lado de Juana la Beltraneja frente a Isabel la Católica. Este hecho implicó en continuas luchas a la villa produciendo consecuencias negativas para la misma, el castillo y la prosperidad de sus habitantes.
Muerto el primer conde de Medellín, se produjo una singular pugna sobre quien debía ostentar el condado de Medellín: su hijo, D. Juan Portocarrero, o su viuda, Doña Beatriz. El hijo porfiaba ser el legítimo heredero del condado paterno, mientras Dña. Beatriz se apoderó del título, fundamentando sus aspiraciones en la anterior posesión de Medellín por su padre. Para conseguir su propósito, y ostentar fraudulentamente el título, Dña. Beatriz Pacheco no dudó en encerrar en la torre norte del Castillo a su propio hijo, titular legítimo del condado. Este hecho dio lugar a la leyenda del II Conde de Medellín, Don Juan Portocarrero Pacheco.
La Edad Moderna supuso para Medellín una gran pérdida de población, por cuanto aportó a la empresa de Indias muchas personas. Hasta la fecha hay documentadas cerca de mil las personas localizadas, con nombre y apellidos, que salieron del condado de Medellín. A este número hay que sumar la emigración ilegal estimada, que situaría la sangría humana en un número total aproximado de 1200 personas. De la villa de Medellín se tienen actualmente localizadas 916 personas, siendo el núcleo urbano extremeño que más emigrantes envió, en cifras absolutas, al Nuevo Continente, seguida de Badajoz, Plasencia y Llerena. (Cf. Mira Caballos, 2009). Entre los metellinenses notables que pasaron a América, destacan: Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval, Dª. Mencía Calderón de Sanabria, y un largo etc.
Entre los siglos XIV y XVI el castillo adquiere su actual fisonomía y la villa se va extendiendo por la zona sur de la ladera en la que se fundaron tres conventos y se construyó la Iglesia de Santa Cecilia.
MEDELLÍN al finalizar el siglo XVIII
En 1791, un informe para la recien creada Real Audiencia de Extremadura, proporciona una precisa descripción geográfica del término, del cual se han desmembrado las villas que formaban la "Tierra de Medellín":
«Su situación en la parte baja del cerro del Castillo que domina a esta villa; por la parte del norte está mirando a la villa de Miajadas, por el oriente a la de Don Benito, por mediodía a la de Mengabril, y por poniente con la de Valdetorres; dista once leguas de la villa de Cáceres, su término se halla muy reducido y comprehende un cuarto de legua, y a oriente poco más de un cuarto de legua; dicho su termino confina con las villas de Don Benito, Mengabril, Valdetorres y Guareña, distante está de esta villa tres leguas, la de Valdetorres dos, la de Mengabril media legua, y la de Don Benito una legua, cuyos pueblos son comprehendidos en el territorio de la Audiencia establecida en la villa de Cáceres; y corresponde esta villa a la diócesis de Plasencia»
© Tomás García Muñoz
Asociación Histórica Metellinense
Última revisión, 7 de febrero de 2021