C. de San Francisco.

   EL CONVENTO DE RELIGIOSOS DE SAN FRANCISCO

        El año 1508, bajo el papado del Julio II, Dña. María Osorio Manuel, esposa de D. Juan Portocarrero, 3er Conde de Medellín, fundó en esta villa el Convento de Religiosos Franciscanos Mendicantes, perteneciente a la provincia de San Miguel. 

        Años después, Dña. María Bobadilla, segunda esposa de D. Rodrigo Gerónimo Portocarrero -IV Conde de Medellín- mandó hacer el refectorio (comedor) y el De profundis (sepultura de los Religiosos).  Los Condes disfrutaron siempre el Patronato de la Iglesia y de la Casa, siendo la Capilla Mayor  el lugar de enterramiento de la familia.

Convento de San Francisco.n (Grabado de 1809)

 

        <==  Convento de San Francisco. Detalle de la "Vista del campo de batalla de Medellín", plano levantado por el ingeniero francés Berlier (1809).

 

       Hernán Cortés, conquistador de Méjico, mandó desde allí a estos religiosos dinero para que  en la Iglesia del Convento hiciesen una capilla para el enterramiento suyo y de sus padres. La capilla se terminó antes de 1530 y en ella fue enterrado su padre. Cortés dispuso, más tarde, en su  testamento que se le enterrase en Méjico.

     En una visita a Medellín, ocurrida en 1530, mandó colocar enEscudo de Armas de Hernán Cortés, que estuvo en ese Convento. la citada capilla, una piedra de granito en la que había mandado labrar su escudo de armas, concedido por el Emperador Carlos al nombrarle Marqués del Valle Oaxaca, en 1529. Esa piedra, con su escudo se encuentra hoy señalando el lugar que ocupó la casa donde naciera Hernán Cortés. La piedra que contiene el escudo heráldico estuvo colocada como remate del mausoleo.

      También se sabe que los franciscanos trasladaron hasta ese convento el brocal del pozo que había en la casa de Hernán Cortés, cuando ésta se deshabitó y amenazaba ruina y posteriormente fue llevado a Don Benito: 

 "... así como el pozo, descubierto [...] en el centro del referido patio, el cual tenía un brocal de una pieza de cantería labrada, del cual tienen noticia se lo llevaron los Religiosos Franciscanos, de esta Villa a su convento, y en el día se encuentra en D. Benito y en calle de Palacios, en casa de D. Antonio Valadés y Fernández". (Acta del Ayuntamiento de Medellín relativa a las obras necesarias para levantar la casa arruinada donde vivió Hernán Cortés,...)

        La situación del convento, cercano al río Ortigas y en una zona baja, hizo que la impresionante crecida del río Guadiana del sábado 20 de Diciembre de 1603, que destruye el puente de Medellín, inundase por completo este convento causando graves desperfectos, que serían reparados con los donativos de algunos vecinos y con 1800 ducados que diera la Villa.

             El agua llegó a alcanzar una "vara" de altura en la Iglesia, según narra Solano de Figueroa, por lo que se decidió, a eso de las doce de la noche, de trasladar el Santísimo Sacramento a la Ermita de San Blas, y al siguiente día a la capilla del Palacio, junto a la Puerta del Coso, propiedad del que fuera después Conde de las Atalayas. Allí estuvo, por espacio de cuatro meses, hasta que se repararon los daños en el Convento.

          La comunidad de Franciscanos nunca fue numerosa, vivía de las limosnas de los fieles, teniendo en 1627 unos 20 religiosos, y en 1803 16 sacerdotes y 3 legos. En Abril de 1809 tuvieron que desalojarlo porque en él se establecieron los franceses, causa por la que fue uno de los edificios que menos sufrió en esta Villa durante su ocupación. 

Restos de la cimentación del convento, según una image aérea de los años 60 del s. XX. (De una fotografía existente en el Excmo. Ayto.)Restos de la cimentación del convento, según una image aérea de los años 60 del s. XX. (De una fotografía existente en el Excmo. Ayto.)

 

 

 Detalle de una fotografía aérea, propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Medellín, donde se observan los restos de la cimentación del convento. (c.a. 1966)  

 

 

         El convento de Franciscanos,  fue ocupado por la tropas del mariscal Víctor y si bien no sufrió tanto como otros monumentos, quedó parcialmente destruido al ser convertido en hospital de sangre.

        Terminada la ocupación francesa se volvió a ocupar hasta que la Desamortización de Mendizábal produjo la exclaustración (15 de Agosto del 1834) y el cierre definitivo del Convento. Del inventario, que se hizo en aquel momento, merecen ser destacadas: tres campanas, un esquilón y varias imágenes que pasaron a la Iglesia de Santa Cecilia exceptuando un "Ecce-Homo" que se llevó  la Iglesia de San Martín.

Vestigios del Convento de San Francisco. Tapiales  del convento en el camino de  las Vegas de Ortigas. (T.García, Agosto'04)

 

        En el año 1840 el Convento y la huerta aneja al mismo fue vendido por el Estado. A mediados del s. XIX lo compró una familia de ascendencia francesa (los Falcones), que lo demolieron y llevaron la piedra para construir una casa en Don Benito.1 Esta casa sería después sede el Colegio del Santo Angel de la Guarda. 

 


 1. D. Francisco García Sánchez, párroco e historiador local asegura -en la biografía que realiza de D. Eduardo Rodríguez Gordillo-, que siendo éste párroco de San Martín, mandó parar los carros que llevaban la piedra a D. Benito, para recuperar la gran piedra que en la que estaba tallado el escudo de Hernán Cortés. No obstante, fue el propio D. Eduardo el que la encontró, en 1886, y el que se preocupó de que se colocara en el lugar que señala la casa donde nació el ilustre metellinense, coincidiendo con la erección del monumento al conquistador, el día 2 de diciembre de 1890. 

 "... su con­servación y hallazgo [del escudo heráldico en piedra] ha sido verdade­ramente providencial, se echó a los frai­les fuera del Convento, se vendió este, se le derribó para llevar la piedra a D. Benito; entre la mucha que llevaron ¿por qué no fue ésta? ¿por qué ha permanecido más de cuarenta años entre las ruinas y escombros del Convento? ¿Por qué entre tantas personas como allí la vieron, nadie se fijó y apreció lo que valía? Una tarde del mes de Abril del 1886, hizo este importante hallazgo el Párroco de San Martín de esta villa, lo recogió y guardado lo ha tenido, hasta que como individuo de la Comisión ges­tora del Monumento, le mandó colocar en la forma en que está hoy, a la en­trada o principio de la misma habitación en que nació el héroe:" (Rodríguez Gordillo, E. Apuntes Históricos de la Villa de Medellín, 1916. p. 698)

2. RODRÍGUEZ GORDILLO, Eduardo (s.a. 1916): Apuntes históricos de la Villa de Medellín. Imprenta y Librería Santos Floriano. Cáceres.

 

Foto:; T. García, Agosto'04

     Restos de tapiales que señalan el emplazamiento del Convento de Religiosos Franciscanos Mendicantes.

Foto: T. García, Agosto'04

        El convento de San Francisco, que existió por espacio de poco más de 300 años, estaba situado en las proximidades del río Ortigas, al final de la calle de San Francisco, en lo que hoy es la salida de Medellín hacia Don Benito. Siguiendo la carretera, a doscientos metros escasos de la última edificación actual, a mano derecha todavía pueden verse algunas tapias de la edificación, aunque todo está convertido en bancales de tierra cultivada. Rodríguez Gordillo (1916) asegura que parte de las ruinas sirvieron de terraplén para hacer la carretera actual.

 


  Para saber más:

DIEZ GONZÁLEZ, Carmen. "Paisaje de las creencias en la cuenca del río Guadiana. El caso deMedellín (Badajoz).  Universidad de Extremadura.

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