Una moneda de Lisímaco, de la época de la II Guerra Púnica, hallada en Medellín en 1950.
En 1950 el Servicio Nacional de Regiones Devastadas construye en Medellín, junto a la iglesia de San Martín obispo, un depósito de aguas para el abastecimiento de la localidad. En la excavación realizada para su cimentación aparece una moneda singular que recoge y manda estudiar el médico humanista extremeño (residente a la sazón en D. Benito), Don Celestino Vega Mateos.
Teniendo noticias de la existencia de esa moneda recurrimos a Dª. Elena Vega Rodrigo (hija de D. Celestino Vega) para intentar localizarla. Tras un concienzudo seguimiento de la pieza y viendo la imposibilidad de tomar datos del original, al menos por el momento, nos decidimos a estudiarla a través de una fotografía que que gentilmente nos cedió Dª. Elena y su hija, Margarita Navarrete. A través de la fotografía pudimos estudiar la moneda, su descripción (tamaño y peso aproximado), autenticidad, antigüedad, paralelismo con otros hallazgos numísmáticos de la época en Extremadura, etc.
La revista Numisma, en su número 257 (2013) acaba de publicar el estudio de referencia bajo el título: Sobre una moneda de Lisímaco con cabeza de Alejandro, posible copia o falsificación de época, hallada en Medellín. En este trabajo hemos colaborado humildemente, guiados por el magisterio indiscutible de D. Martín Almagro Gorbea.
Del estudio se deduce que la moneda pudiera ser una copia, probablemente antigua, de una dracma de Alejandro acuñada por Lisímaco de Tracia. Esta moneda se enmarca entre los hallazgos de monedas de la Segunda Guerra Púnica aparecidas en Extremadura y es un nuevo documento sobre el culto a Alejandro Magno en la antigua Hispania.
Para conocer más sobre la moneda hallada en Medellín...
Tomás García. © Asociación Histórica Metellinense.