MOSAICO DE LA VILLA DE «LAS GALAPAGUERAS». CENTRO CULTURAL "QUINTO CECILIO M".

Fachadas Sur y Oeste del Centro Cultural

CENTRO CULTURAL "Quinto Cecilio Metello"

 

        Fue construido en dos fases, siendo Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de la villa de Medellín D. José Antonio Cabezas  Sánchez, inaugurándose el 15 de mayo de 2007, por el Consejero de Cultura de la Junta de Extremadura Don Francisco Muñoz. 

        El centro, de 1.261 metros cuadrados de superficie, fue diseñado por el arquitecto José Benito Sierra Velázquez, y consta de dos plantas y semisótano. En él se alberga: la biblioteca municipal Dª. Marina (MalintzinMalinche), un auditorio o salón de actos con 261 butacas, un espacio para exposiciones y una sala para archivo. El diseño exterior, inspirado en el castillo medieval de la Villa, incluyó en la la fachada principal un reflejo de la estructura de la Puerta del Palacio Viejo de los Condes de Medellin, afortunadamente todavía en pie.

 

 

                Salón de Actos.      Detalle del acto de inauguración, ante el mosaico.       Nueva ubicación de la Biblioteca Dña. Marina.

 

    En el recibidor del Centro Cultural se exhibe un gran mosaico encontrado en los años 60 en la villa romana de «Las Galapagueras» y una réplica de la escultura del cónsul Quinto Cecilio Metello, obra de Ricardo García Lozano, que se encuentra en la plaza de entrada a Medellín, desde Don Benito.

  

 

MOSAICO ENCONTRADO EN UNA VILLA ROMANA DE «Las Galapagueras»

 (Descripción sintética)

 

            Aparece el 2 de diciembre de 1969, siendo documentado por D. Mariano del Amo y de la Hera. 

        Se trata de un mosaico polícromo de finales del siglo III (d.C.), con figuras geométricas formadas por teselas finas de colores negro, rojo y blanco. Se encontró en la finca “Las Galapagueras” y debió decorar la pars urbana (zona residencial) de la villa romana encontrada en esa finca, excavada parcialmente por D. Mariano del Amo  y de la Hera.

       Entre los motivos decorativos del mosaico destacan los llamados “Nudos de Salomón”, que consisten en dos bucles doblemente interconectados, símbolo que se ha relacionado con la inmortalidad, la eternidad y en otras ocasiones con el nudo del amor, ya que se trata de figuras entrelazadas.

 

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 El hallazgo:

      La zona ocupada por la villa romana de «Las Galapagueras» era, a la sazón, propiedad de D. Antonio Sánchez y de la familia Casallo Gómez. el arqueólog D. Maríano del Amo -encargado en ese momento de la excavación del teatro romano- recogió en su estudio dos importantes restos arqueológicos procedentes de esta villa: el mosaico geométrico y una original ara funeraria, de mármol blanco, dedicada por Marcia Secundilla para ella y para su marido... (Del Amo, M, 1973)

      El mosaico apareció el día 2 de diciembre de 1969 en una finca situada a escasos dos km de Medellín, en el «Camino de Miajadas» e inmediata a la Quebrada de Las Galapagueras, que constituye una derivación del Guadiana. Del Amo envió a D. Ricardo Martín Crucera (capataz de sus excavaciones) ese día a recoger el ara funeraria a la finca Las Galapagueras, y éste volvió con la noticia de que había aparecido un mosaico. D. Mariano se desplazó a la finca y procedió a excavar una parte del mismo, pudiendo comprobar que tenía teselas bastante finas de colores negro, rojo y blanco y que presentaba una decoración geométrica.

      Para Del Amo (1973) y Haba Quirós (1998) el mosaico geométrico de la Villa de las Galapagueras se constituye  en la única pieza de este género constatada, por el momento, en la colonia Metellinensis. "el único pavimento de mosaico que se posee de esta colonia." (Haba Quirós, Salvadora, 1998, 103)

 

Descripción icónográfica:

       "... mosaico de motivos geométricos, encontrado a tan sólo 0'30 mts. de profundidad y cuya exhumación fue propiciada precisamente por Del Amo ante el hallazgo de diversas teselas en superficie.

    El mosaico es de forma rectangular, de 5'70 por 7'50 mts. La composición decorativa se distribuye en torno a un motivo central circular, de 1'90 mts. de diámetro. Está formado por radios que se ensanchan hacia el exterior, pasando de los 2 cms. en la parte más estrecha a los 11 cms. en la más ancha, los cuales confluyen en el centro formado por dos bandas concéntricas En los radios alternan los colores blanco, negro y rojo oscuro. Dicho motivo circular se halla inscrito en un cuadrado de 1'08 mts. de lado, cuyos ángulos libres están decorados con un tipo de pelta de extremos alargados en doble roleo para terminar en un filamento. Es de color negro sobre fondo blanco y cubre totalmente los espacios libres que quedaban.

     El resto del mosaico se divide en zonas rectangulares cubiertas por octógonos y triángulos pequeños en los intersticios. Los octógonos son de dos tipos. Los 306 mayores llevan en el centro el nudo de Salomón dentro de un círculo, el resto del espacio lleva decoración ondulada y se cierra el polígono con bandas estrechas. Otros octógonos más pequeños cubren los espacios libres entre los de mayor tamaño; llevan también el nudo de Salomón, pero sin la decoración ondulada. Cuando el espacio es limitado, estos pequeños octógonos están partidos por la mitad o sólo en un cuarto.

   Se cierra el mosaico con una doble cenefa de entorchado de dos cintas entre bandas blancas y una serie de arcadas al exterior. Asimismo, en el extremo de uno de los lados menores lleva un ensanchamiento sin decoración, de 1'27 por 0'27 mts., que corresponde, según Del Amo, al umbral o alfombra de la puerta.

     Las teselas empleadas son de dos tipos diferentes. En los ángulos del recuadro central, donde van las peltas, son de mejor calidad y miden medio centímetro de lado; en el resto del mosaico tienen un centímetro y son más toscas. En opinión de Del Amo, este mosaico responde a tipos prefabricados y sin ninguna aportación artística, resultando recargado y monótono. Los elementos empleados son muy comunes en los mosaicos hispánicos de época avanzada, por lo que lo califica de estilo decadente. Lo fecha Del Amo en los finales del siglo III." (Haba Quirós, Salvadora, 1998, 305-306)

     D. Maríano del Amo dató la Villa de las Galapagueras, como "de cronología avanzada" (finales del s. III d. C.), pues subsistió hasta finales del Imperio, como muestran las monedas de Graciano, allí encontradas. (Haba Quirós, Salvadora, 1998, 244). 

           

Para saber más:

  Detalle del mosaico, instalado en la pared derecha de la entrada al Cento. (Fot. T.García, 8/2007)


© Tomás García Muñoz
Última revisión, 24 de septiembre de 2022
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