CONFERENCIAS:

 

*    Poblamiento, conflicto y poder en la tierra de Medellín: Valdetorres, de dehesa a Aldea. A cargo del doctor Julián Clemente Ramos, profesor de la Universidad de Extremadura. (Octubre'02)

*    "Poblamiento y conflicto en la tierra de Medellín, siglo XV (El poblado de Martín Sancho)".  A cargo del doctor Julián Clemente Ramos, profesor de la Universidad de Extremadura. (Octubre'03)

*    "La Educación de los hijos, hoy". A cargo del profesor del IES "Santiago Apóstol" de Almendralejo D.Tomás García Muñoz. (Octubre'04)

*    "La Adelantada Doña Mencía Calderón y la expedición Sanabria". a cargo de la escritora doña Eloísa Gómez Lucena. (Octubre'04)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Poblamiento, conflicto y poder en la tierra de Medellín: Valdetorres, de dehesa a Aldea.(1)

Resumen / Abstact de la publicación que hizo el autor en 2005:

RESUMEN: Valdetorres ofrece un ejemplo singular de evolución de una dehesa. De este modo, una explotación ganadera, merced al interés de sus propietarios en obtener mayores rendimientos va poblándose de renteros-campesinos, que configuran una dualidad pecuario-agraria. El crecimiento demográfico y agrario suponen una transformación interna profunda, desarrollándose los elementos propios de la estructura aldeana como la dehesa boyal, las prácticas agrarias colectivas y la iglesia. A partir de esta situación, la nueva comunidad empieza a actuar con autonomía imponiendo sus normas a la familia propietaria. Finalmente, ambas partes llegarán a un acuerdo que reconocerá la autonomía aldeana y el derecho de los copropietarios a obtener el terrazgo, pero eliminando cualquier elemento de dependencia jurisdiccional.

    Palabras clave: Poblamiento. Economía agraria. Conflicto. Extremadura. Baja Edad Media.

 

Valdetorres, of dehesa to village (1409-1510). Settlemen, conflict and power in the tierra of Medellín.

ABSTRACT: Valdetorres offers a singular example of evolution of a dehesa. This way, a cattle exploitation, grace to the interest of its proprietors in obtaining bigger yields goes being populated of peasants that configure a cattle-agrarian duality. The demographic and agrarian growth supposes a deep internal transformation, being developed the element characteristic of the structure villager like the meadow boyal, the collective agrarian practices and de church.

       Starting from this situation, the new community begins to act with autonomy imposing its norms to the family landowner. Finally, both parts will reach an agreement that will recognize the autonomy villager and the rigth of the coproprietors to obtain the terrazgo, but eliminating any element of jurisdictional dependence.

        Keywords: Settlement. Rural economy. Conflict. Extremadura. Later middle Age. 

SUMARIO: 0. Introducción. 1. De dehesa a aldea: crecimiento demográfico y transformaciones económicas (c. 1409- c. 1450). 2. Desarrollo demográfico, conflictividad y maduración socioinstitucional (c. 1450-c. 1500). 3. Autonomía concejil y dependencia solariega (c. 15000). 4. Valdetorres: ¿Una realidad excepcional en la tierra de Medellín? 5. Conclusión.

 

(1)Trabajo elaborado dentro del proyecto "Fuentes documentales para la historia de Extremadura" ref. 2PR02A036), financiado por la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Extremadura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA ADELANTADA DOÑA MENCÍA

Y LA EXPEDICIÓN SANABRIA

Resumen de la conferencia de Eloísa Gómez-Lucena sobre su novela histórica

Expedición al Paraíso

Medellín, 15 de octubre 2004

Portada de la novela histórica publicada por Eloísa G. Lucena (2004)Itinerario de la Expedición Sanabria.

 

 

        Expedición al Paraíso no es una novela sobre la conquista, sino la aventura de unos artesanos, soldados y labriegas, gentes rotas y maltratadas que soñaron con tejer su vida con hilos de oro. También van personajes ilustres como el capitán mayor y tesorero del Río de la Plata Juan de Salazar -el fundador de Asunción trece años antes (el 15 de agosto de 1537)- o doña Mencía Calderón, viuda del Adelantado Sanabria que se hace cargo de la expedición. O personajes fabulados como la librera sevillana que, luego, será la cronista de la expedición. Y protagonistas no humanos pero de igual rango: el alano Bruno y el mono Yolá, entre otros.

 

        Expedición al Paraíso está construida a imitación de las crónicas de Indias, donde el "nosotros" es más frecuente que el "yo". En ese penduleo entre las vicisitudes de la expedición y el viaje interior de la cronista se mueve la voz de la narradora. La narradora es un personaje fabulado: En Sevilla, es librera; hereda la librería de su padre y malvende los libros con la finalidad de huir de Sevilla, pues teme ser acusada de hereje por la Inquisición y, con su caudal, contribuye a que los barcos de doña Mencía naveguen hacia Asunción.

 

        Las expediciones se organizaban a costa del adelantado o gobernador. Solía vender o hipotecar su patrimonio a cuenta de los beneficios derivados de la exploración o conquista. Él compraba las naves, contrataba a los cargos de los barcos y pagaba el salario de soldados y marineros. La gente civil que se embarcaba en las expediciones, tales como labriegos, sastres, herreros, carpinteros y demás artesanos, tenían que pagarse la manutención durante el viaje. El matalotaje, como así se llama, es la provisión de comida que debían llevar para su consumo a lo largo de la travesía. Solía estar estipulada dependiendo del tiempo de travesía. En Expedición al Paraíso, el matalotaje se calculó para unos cinco meses, tiempo establecido para la travesía atlántica hasta la costa de Brasil. Pero, en realidad, entre tormentas y asaltos, la expedición Sanabria tardó ocho meses y medio en llegar a Santa Catalina. Pasaron hambrunas y les faltó el agua dulce.

 

Sobre el viaje (ver mapa):

        Está documentado que la expedición Sanabria salió de Sevilla el 9 de abril de 1550 al mando del capitán y tesorero Juan de Salazar y de la representante del adelantado del Río de la Plata doña Mencía Calderón, viuda de Juan de Sanabria. Y que la expedición llegó a Asunción de Paraguay hacia abril o mayo de 1556. Tardaron en llegar a su destino 6 años. También que un pirata normando abordó en el Golfo de Guinea al patache en el que viajaba la mayor parte de las mujeres. Y que llegan a la isla de Santa Catalina en la costa de Brasil, entonces de la corona española, hacia diciembre de 1550. Allí se quedaron sin barcos. No los socorren los españoles de Asunción, sino los portugueses de la isla de San Vicente, al norte de Brasil (a unos 600 km por la costa) a donde llegan en junio de 1553. El gobernador de la capitanía los retiene durante año y medio: había interceptado unas cartas de doña Mencía y otros cargos de la expedición en las que informaban a la corona española del comercio de indios que había en la capitanía; comercio prohibido por las Leyes de Indias. Al fin, a comienzos de 1555, salieron gracias a la intermediación de dos jesuitas brasileños, Manuel da Nóbrega y José de Anchieta. Ligeros de equipaje, con un machete en una mano y el cayado en la otra y con más enfermos que sanos, se dispusieron a recorrer las doscientas leguas –unos 1.200 km- que los separaban de Asunción. Atraviesan selvas, ríos y montañas, y pasan por las cataratas de Iguazú, cuya primera mención escrita es la de Cabeza de Vaca.

 

        Cronología de la capitulación Sanabria:

   El 22 de julio de 1547 Juan de Sanabria firmó en Monzón (Huesca) su capitulación y asiento como Gobernador del Río de la Plata. Se comprometía a llevar en seis barcos a 100 hombres casados con sus mujeres e hijos y 250 solteros, entre hombres y mujeres; si quería, podía llevar otros 150 solteros más. Debía, además, "fundar un pueblo en la costa de Santa Catalina y otro a la entrada del Río de la Plata". Sanabria podía descubrir y poblar 200 leguas de costa de la boca del Río de la Plata hasta Brasil.

 

        Al día siguiente, el 23 de julio, otra Real Cédula concedía la facultad de poder llevar 80 hombres casados con sus mujeres en lugar de los 100, y 20 doncellas en sustitución de los casados que dejaban de ir.

 

        A principios del año de 1549 muere en Sevilla Juan Sanabria mientras aprovisionaba los barcos. El 12 de marzo de 1549, en Valladolid, el emperador Carlos V expide una Real Cédula en la que reconoce a Diego de Sanabria como heredero y sucesor de todos los títulos, derechos y obligaciones que había capitulado su padre Juan de Sanabria.

 

Sobre algunos personajes de Medellín:

        Hablaré de los que conocemos sus nombres. Naturalmente debieron de ser muchos más los metellinenses que se embarcaron con doña Mencía; así pues no fue solo su familia y la de Isabel Contreras. Como al condado de Medellín pertenecían aldeas, algunas ahora villas importantes, es comprensible que cuando doña Mencía inició su reclutamiento de doncellas y familias extremeñas fuera por el condado que ella tan bien conocía: el de Medellín.

 

        De doña Mencía poco se sabe. Nació en Medellín, quizá hacia 1514 porque en 1550 ya tenía dos jóvenes hijas, además de otra pequeña de 6 o 7 años, de su matrimonio con el viudo Juan de Sanabria. De su hija pequeña, tan solo sabemos que murió durante la travesía. Doña Mencía murió ya anciana en Asunción. Una estatua y una avenida en la capital recuerdan a los asunceños una parte de sus orígenes.

 

        María era la hija mayor de doña Mencía. Se casó con Hernando Trejo, natural de Plasencia, que obtuvo el cargo de alguacil del Río de la Plata a raíz de su casamiento en Santa Catalina (Brasil). Allí o en San Francisco do Sul debió de nacer su primer hijo, Fernando o Hernán Trejo y Sanabria. Llegó a ser provincial de los franciscanos y obispo de Tucumán (Argentina). Fue un destacado defensor de los indios y creó varias misiones. Este nieto de doña Mencía fue el fundador de la Universidad de Córdoba en Argentina, la primera del Río de la Plata. Al morir Hernando Trejo en 1557, al año siguiente de llegar a Asunción, María se volvió a casar con Martín Suárez de Toledo, otro personaje ilustre de Asunción, con el que tuvo ocho hijos.

 

        Mencía (Mencha en la novela) es la segunda hija de doña Mencía. Se casó con Cristóbal de Saavedra, capitán de la carabela de la expedición, la que se hundió en la costa de Brasil. Como era frecuente en la época, los hermanos se ponían apellidos de distintas ramas familiares. Así Cristóbal de Saavedra, el esposo de Mencha, era hermano del segundo marido de María, Martín Suárez de Toledo.

 

        Diego Sanabria es el hijo que aportó al matrimonio con doña Mencía el viudo Juan Sanabria. Se quedó en Sevilla a cumplir las capitulaciones que firmó su padre con el rey Carlos I en 1547 y que Diego ratificó en 1549. Partió de Sevilla en 1552 al frente de las otras tres naves que completaban la capitulación. Naufragó en la isla Margarita (Venezuela). En seguida tomaron una disparatada decisión: se dispusieron a recorrer a pie la distancia que les separaba de Asunción de Paraguay; se perdió la pista de estos españoles nada más entrar en la selva brasileña.

 

        Isabel Contreras fue amiga de doña Mencía y, quizá, también de Medellín. Se casó en primeras nupcias con Francisco de Becerra, amigo de la familia Sanabria, el que costeó la carabela. Al enviudar en Santa Catalina, se casó unos años después -en San Vicente, Brasil- con el capitán Juan de Salazar. Isabel Contreras no tuvo hijos de Juan de Salazar, pero sí había tenido dos hijas con Francisco Becerra: una fue Elvira [Becerra] Contreras o Elvira Carvajal –según los documentos-. Elvira se casó con el capitán Ruy Díaz Melgarejo. Años más tarde, ya en Asunción, el marido la mató a estocadas porque sintió que su honra andaba en entredicho. Y la otra Isabel Becerra Contreras, que se casó con Juan de Garay, el que hizo la 2ª fundación de Buenos Aires.

 

        Para que el lector de Expedición al Paraíso pueda distinguir los personajes reales de los fabulados, se entrega al final de la novela una relación con unos breves datos biográficos de los históricos.

 

Eloísa Gómez-Lucena

 

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