LOS CEMENTERIOS DE MEDELLÍN

Revista Estampa. Madrid, 1930.

  Como era tradicional en la Baja Edad Media, tras la conquista definitiva de Medellín a los árabes -en 1234-, los enterramientos cristianos se efectuaron en las cuatro parroquias de la Villa, en alguna capilla y en los patios aledaños de las mismas, hasta el siglo XIX.

   "En el pavimento de esta misma Igle­sia [San Martín] hay varias inscripciones sepulcrales de los fieles de esta Villa que fueron allí enterrados: entre ellas la de D. Juan García de Paredes y Rigueros, Presbí­tero, Cura Rector electo, pero no pose­sionado, de la Parroquia de San Mar­tín, que fue el último que se enterró en las Iglesias el día 15 de Agosto de 1833. pues los que después murieron fueron sepultados en el cementerio"1.

   La Real Cédula de 8 de Abril de 1787 y, anteriormente, la Orden de 28 de Junio de 1804 sobre erección de cementerios, por motivos fundamentalmente higiénico-sanitarios, cambió esta realidad. No obstante, en Medellín todavía se dilató el establecimiento de un cementerio que estuviera fuera de los recintos sagrados.

"... para cumplirla el 30 del dicho mes de Octubre de 1814, el Ayuntamiento, aprovechando la estan­cia en esta Villa del Sr. D. Antonio Orduña y Zarzosa, Visitador general de este Obispado, después de examinar bien el asunto, teniendo en cuenta lo espaciosas y separadas que se hallan de la población, acordaron destinar las Iglesias de San Martín, del Apóstol San­tiago y de Santa María del Castillo, pa­ra que por turno riguroso y en una después de otra, se fuesen sepultando los cadáveres, hasta tanto que se resol­viera hacer un cementerio nuevo;"2

  
    En el  territorio del antiguo Condado, Guareña "construye el cementerio en 1909 con capacidad para 16 años de enterramiento3" y Don Benito "después del año 1882 [construyó] un nuevo Ce­menterio, que por sus grandes dimen­siones, [...] y buena ornamentación, es sin disputa uno de los mejores de la región extremeña; su coste total ha as­cendido a unas 90.000 pesetas4"

    En Medellín, a partir de 1833 se dejó de enterrar en las Iglesias y se alquiló por  una renta anual el castillo, al Duque de Medinaceli para dedicar el patio derecho del mismo a cementerio.

"... todo este espacio o a la derecha del Castillo, desde el año 1833, en que como ya se ha dicho en lugar oportuno se dejó de enterrar en las Iglesias, está destinado y sirve para Campo Santo o Cemente­rio; y por este servicio, el Ayuntamien­to de esta villa pagó primero cuarenta pesetas, después cincuenta, y hoy se­tenta y cinco al Excmo. Sr. Duque de Medinaceli, del que es propiedad el Castillo, como heredero de los Condes de Medellín5".

    A comienzos del siglo pasado el castillo sería comprado a los Duques de Medinaceli, en 1917, mediante escritura pública firmada el 4 de Agosto, por la cantidad de dieciseis mil reales (cuatro mil pesetas). La escritura la firma el alcalde, D. Julio Gálvez García-Bordallo y D. Matías Carmona Álvarez, concejal. Fotografía de D. Julio Gálvez tomada en Octubre de 1921, con motivo del 4º Centenario de la Conquista de Méjico.

 

    Posteriormente, la dificultad de los enterramientos en la cima del castillo hicieron aconsejable la construcción de un nuevo cementerio, hecho que se materializó al finalizar la Guerra Civil (1936-1939), contando con la ayuda prestada por la Dirección General de Regiones Devastadas.  En 1955 se inaugura el nuevo cementerio, que tuvo un coste total de 782.572.5 ptas.

 Julio Gálvez García-Bordallo. Alcalde de la Villa el año de 1917, y en período 1921-1923.

 

© Tomás García. Asociación Histórica Metellinense.    


1. RODRÍGUEZ GORDILLO, Eduardo (s.a. 1920): Apuntes históricos de la Villa de Medellín... Imprenta y Librería Santos Floriano. Cáceres. p. 54.

2. Ibídem. pp. 206-207.

3. Ibídem. p. 514.

4. Ibídem. p.  520.

5. Ibídem.  pp.  584-585

N.E.  Agradecemos la gentileza de nuestro colaborador donbenitense, D. Antonio Dovane, que nos ha cedido la fotografía más antigua que conocemos del cementerio del castillo. La ha rescatado de un ejemplar de 1930 de la Revista Gráfica Estampa, de Madrid.

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