LA CHUMBERA O NOPAL LLEGA A MEDELLÍN...

Población de chumberas bajo la barbacana Sur del Castillo de Medellín.

LA CHUMBERA LLEGA A LA VILLA NATAL DE HERNÁN CORTÉS.

     El nopal, conocido en España como chumbera, (Opuntia ficus-indica), es una planta originaria de América y uno de los símbolos nacionales de México; de hecho aparece en el escudo la bandera nacional sosteniendo el águila real que devora la serpiente, enraizado en una pequeña isla de piedra sobre el agua.

    Según la mitología mexica, el dios Huitzilopochtli1 habría profetizado a este pueblo que se debían establecer en una isla donde encontraran un águila posada sobre un nopal devorando a una serpiente, pues allí lograrían riqueza y poder. Los mexicas, que venían desplazándose desde Aztlán hacia el sur durante 210 años (cuatro períodos de su ciclo calendárico funddamental), al llegar al valle de México avistaron la señal profetizada sobre un islote del lago de Texcoco, y allí fundaron la ciudad de Tenochtitlán2 (en 1325), que habría de transformarse en la actual Ciudad de México, capital de la República.

    El nopal o chumbera fue una de las especies que llego del Nuevo Mundo, a bordo de los buques de los conquistadores españoles, con un fin concreto: cultivarlas para servir de alimento a la cochinilla del carmín (Dactylopius Opuntiae), empleada para producir tintes. Resulta más que probable que el mismo Hernán Cortés o algún soldado de su hueste la introdujera en Medellín.

     Lamentablemente, después de más de cuatro siglos de su llegada desde América, una plaga de la misma cochinilla del carmín deja a las chumberas de España al borde de su desaparición.  

  

 

  1. Huitzilopochtli -en náhuatl, ‘colibrí zurdo’ o ‘colibrí del sur’-, fue la principal deidad de los mexicas, asociado con el sol. Es el Dios de la Guerra y guía principal de los mexicas desde el inicio de su peregrinación hasta su establecimiento en Tenochtitlan. También fue conocido como Ilhuicatl Xoxouhqui o Tlacauepan Cuexcotzin.​ A la llegada de los españoles a Mesoamérica, era la deidad más adorada en el Altiplano Central por imposición de los mexicas. Su templo principal se encontraba en Huitzilopochco (HuÄ«tzilōpōchco), ahora Churubusco

  2. La historia cuenta que tras verse obligados a abandonar la tierra de Aztlán en el año 1115 ('lugar de las garzas'), Huitzilopochtli, dios de la guerra, ordenó a los aztecas fundar Tenochtitlán en el lugar donde hallarían un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente. La representación más antigua de este mito la podemos encontrar en un monolito llamado Teocalli de la Guerra Sagrada, que se encuentra en la Sala Mexica del Museo de Antropología en la Ciudad de México. Este monolito data del periodo Posclásico Tardío (1250-1521 d.C) y reproduce en una de sus caras el mito de fundación de México Tenochtitlán: la imagen de un águila real parada sobre un nopal que nace de una figura tendida sobre el agua. El nopal tiene tunas (higos chumbos) que el águila devora, las cuales simbolizan corazones humanos.  

  El tiempo que transcurrió desde la salida de Aztlán (1115) hasta la ceremonia de fundación de México-Tenochtitlan (1325) comprende 210 años, lo que significa que se cumplieron cuatro periodos de 52 años, su ciclo calendárico fundamental. Sin embargo, cuenta también la leyenda que, una vez habiendo forjado su poderío y orgullosos de la gran civilización que habían logrado, los mexicas se dedicaron a buscar la ruta para regresar a Aztlán. Para esto, se valieron de la tira de la peregrinación, que es el Códice que relata la travesía azteca, y de la tradición oral.

 Bibliografía on-line:

[Consultadas el 12/12/2018]


© Tomás García Muñoz
mayo, 2021
Última actualización: 11/09/2023
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