"En las últimas semanas, y gracias a la colaboración entre varias administraciones, están saliendo a la luz lo que fueron enormes pilastras de un puente cuyos detalles concretos se darán a conocer muy pronto por los expertos responsables de los trabajos. Al lado del viejo viaducto del siglo XVII existieron al menos dos puentes más, destruidos por riadas; uno de época romana y otro del siglo XVI. Ahora se está tratando de determinar en qué proporciones hay que atribuir a cada época lo que se está hallando.
Los restos de esas enormes pilastras se sitúan a apenas unos metros del puente viejo, aguas abajo, en la margen derecha del Guadiana. Cada una bien puede medir al menos unos treinta metros cuadrados. El aspecto de algunas de ellas es magnífico, con sillares imponentes y todo estaba sepultado bajo varios metros de tierra. Aprovechando las tardes de sol de Navidad, muchos son los curiosos que se acercan a contemplar esta nueva maravilla de la arqueología metelinense.
Diversos estudios de mediados del siglo pasado consideraron que los restos apenas visibles entonces eran romanos. De tratarse de época romana, el puente constaba de 28 arcos de medio punto, tajamares apuntados y toda la obra forrada con piedra de sillería. El de la antigua Metellinum fue el cuarto de los grandes puentes de la Lusitania, salvando el entonces río Anas, a unos 50 kilómetros aguas arriba del puente de Emérita Agusta.
No obstante, otro estudio de Fernández Casado en 1980 se extrañaba de que los restos entonces muy poco observables perteneciesen a un puente romano, debido a su técnica constructiva, pues los sillares que se veían no presentaban almohadillado y la argamasa del interior de los pilares salía al exterior y formaba cuerpo con los propios sillares, aunque opinaba que pudo deberse al mortero utilizado, más líquido de lo habitual.
Las partes caídas que se aprecian en el margen derecho del Guadiana, debajo del actual puente, parecen encajar con los sistemas contructivos del siglo XVI, decían. El puente, a juzgar por los restos, constaba de 28 ojos y resultó ser una obra efímera, a pesar de que casi todas las energías de la villa y su condado se volcaron durante el siglo XVI en la construcción del puente. Las primeras gestiones para construirlo comenzaron en 1525, se finalizó la obra en 1575 y la noche del 20 de diciembre de 1603 se produjo una crecida del Guadiana que lo tiró". Se sabe que entre el puente romano y el actual se llegó a construir un puente renacentista, prácticamente de nueva fábrica. Los restos visibles actuales, al menos en parte, bien pudieran pertenecer a ese puente renacentista, según los estudios del siglo pasado. En su construcción figuró, durante varios años, como «maestro mayor» el trujillano Sancho Cabrera, famoso porque intervino en la construcción de grandes templos extremeños y en obras públicas de Trujillo, además de puentes como el de Tozo, Ruecas y Gargáligas"1.
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"La datación de los restos del antiguo puente de Medellín está por concretarse y será necesaria una nueva campaña de excavaciones para determinar con mayor certeza si finalmente se trata de un viaducto totalmente de época renacentista o si contiene mezcla de renacentista y época romana. [...]
Los trabajos de desenterramiento se iniciaron a finales de 2018 en una iniciativa incluida en el Año Europeo del Patrimonio y por colaboración conjunta entre el Ayuntamiento y la Junta de Extremadura dirigida por el arqueólogo de la Consejería de Cultura Santiago Guerra.
Guerra ha explicado que se conservan siete pilares en la margen derecha del río, dos de ellos volcados y que han permitido un mejor estudio, pues se conserva mayor parte de la estructura que en el resto.
Con una altura de nueve metros, permite ver cómo podía ser este puente del que se han recuperado numerosos sillares y marcas de los canteros que trabajaron en la construcción y que ahora se encuentran bajo estudio.
El arqueólogo ha explicado que la estructura de este puente presenta un proceso de reforma y la construcción sobre otra más antigua aún por determinar [...], quedarían importantes restos del puente con pilares en la margen izquierda que contribuirían a su datación.
Los últimos estudios se centran ahora en saber si esta construcción es el puente de la ciudad romana de Metelinum o pilares del propio puente renacentista que años antes fueron arrastrados por las riadas. Esto sucedió [...], porque el puente renacentista tenía un defecto de construcción y es que carecía de contratajamares, que favorecen la creación de remolinos en la bajada del agua y contribuyen a que la corriente socave su cimentación. Una situación que se cree provocó que el puente del siglo XVII no fuera construido sobre el anterior.
Tras las últimas excavaciones, los expertos han podido constatar que se trata de un puente con 28 arcos, algo más bajo que el actual y de similar longitud, cerca de 400 metros."2
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Bibliografía:
FERNÁNDEZ CASADO, C.: Historia del Puente en España. Madrid, 1980.
GARCÍA BELLIDO, A.: “El puente romano de Medellín, antigua Metellinum” (Badajoz), Archivo Español de Arqueología, XXV, n.º 88. Madrid, Instituto de Historia del CSIC, 1953. pp. 407-418.
RODRÍGUEZ GORDILLO, E.: Apuntes históricos de la Villa de Medellín (provincia de Badajoz). Reunidos por el que es hoy Cura Párroco de la Iglesia de San Martín, de dicha Villa. Edición facsímil, Introducción y notas a cargo de CALERO CARRETERO, J.A., CUSTODIO SIMÓN, J.M. y GARCÍA MUÑOZ, T. Imprenta y Librería Cª. de Santos Floriano. Cáceres. Imp. Félix Rodríguez, Almendralejo, 2015.
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LXX FESTIVAL I. TEATRO CLÁSICO DE MÉRIDA, EN MEDELLÍN
PIEZAS EGIPCIAS METELINENSES EN EL MUSEO ARQUELÓGICO DE BADAJOZ